Madre primeriza

Compra online el mejor regalo para madre primeriza. Tienda especializada en porteo. Todo hecho a mano y con mucho cariño.

Sara

6/18/20255 min leer

El regalo perfecto para madre primeriza

¿Eres madre primeriza? Te cuento la importancia de piel con piel

Convertirse en madre por primera vez es un viaje tan transformador como desafiante. Entre pañales, tomas, llantos y dudas, puede que muchas veces no sepas por dónde empezar. Pero hay algo sencillo, natural y poderoso que marca una gran diferencia desde el primer segundo de vida: el contacto piel con piel con tu bebé.

Hoy quiero hablarte con el corazón, pero también con respaldo científico y psicológico, sobre la importancia del piel con piel, del método madre canguro y de cómo pequeños accesorios como los collares de lactancia y porteo pueden ayudarte a crear un vínculo profundo con tu bebé. Porque ser madre primeriza no significa estar sola ni desinformada. Vamos paso a paso.

¿Qué es el piel con piel?

El contacto piel con piel es tan simple como suena. Lo ideal sería empezar desde los primeros momentos de vida, lo aconsejable es colocar al recién nacido desnudo (o con pañal) sobre el pecho desnudo de la madre justo después del parto. Este gesto tan natural desencadena una cascada de beneficios tanto para el bebé como para la madre. Y lo más bonito es que no solo es útil en el momento del nacimiento, sino durante las semanas y meses posteriores también. Este método favorece muchísimo la lactancia materna y es la mejor forma de bajar el estrés en la diada madre – bebé.

Beneficios científicos del piel con piel

Diversos estudios científicos han demostrado que el contacto piel con piel tiene un impacto profundo en el desarrollo neurológico, inmunológico y emocional del bebé. Aquí te resumo los más importantes:

1. Regulación de la temperatura, la frecuencia cardíaca y la respiración

Al estar en contacto con el cuerpo de la madre, el bebé logra una mejor estabilidad térmica, cardíaca y respiratoria. El pecho materno es capaz de adaptarse y modificar su temperatura para calentar o enfriar al bebé, como un termostato natural.

2. Mejora del sueño y el desarrollo cerebral

Los bebés que tienen contacto piel con piel duermen más profundamente, lo que favorece el desarrollo cerebral. Un buen descanso también mejora su capacidad de regular el estrés.

3. Fortalecimiento del sistema inmunológico

El contacto temprano y frecuente con la piel de la madre ayuda a colonizar el microbioma del bebé con bacterias beneficiosas, esenciales para el desarrollo de su sistema inmune.

4. Estimulación de la lactancia materna

Como ya hemos dicho, el contacto piel con piel promueve la liberación de oxitocina, la llamada “hormona del amor”, que favorece la subida de la leche y la conexión emocional. Además, los bebés colocados en el pecho de la madre de forma temprana y frecuente muestran un instinto natural de búsqueda del pecho y mejoran el agarre al amamantar.

Impacto psicológico y emocional

Más allá de los beneficios físicos, el piel con piel tiene una enorme carga emocional. ¿Sabías que este gesto ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, tanto en el bebé como en la madre?

Para el bebé:

Se siente seguro y contenido.

Disminuye su llanto.

Refuerza su apego y confianza en el entorno.

Para la madre primeriza:

Mejora su autoestima como cuidadora.

Refuerza el vínculo afectivo.

Reduce el riesgo de depresión posparto.

El contacto piel con piel crea una burbuja emocional donde madre primeriza e hijo se reconocen, se sincronizan y comienzan a construir una relación basada en el amor, la presencia y el cuidado.

El método madre canguro: historia y evolución

El método madre canguro nació en Colombia, en los años 70, como una respuesta creativa a la escasez de incubadoras en hospitales. El doctor Edgar Rey Sanabria, pediatra del Instituto Materno Infantil de Bogotá, observó que muchos bebés prematuros morían no solo por complicaciones médicas, sino por falta de calor, contacto y leche materna.

Inspirado por la forma en que los canguros llevan a sus crías en una bolsa para mantenerlas cerca y calientes, propuso que las madres llevaran a sus bebés prematuros pegados al pecho, en contacto directo con su piel, dentro de una faja o pañuelo, durante varias horas al día. Así nació el método madre canguro.

Con el tiempo, estudios científicos respaldaron su eficacia: los bebés ganaban más peso, regulaban mejor su temperatura y respiración, y tenían menor tasa de infecciones. Hoy en día, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda el método madre canguro no solo en casos de prematuridad o bajo peso, sino como una práctica saludable para todos los recién nacidos.

¿Solo para prematuros?

¡Para nada! Aunque nació como solución para bebés prematuros, el método piel con piel puede y debe extenderse a todos los bebés, incluso en casa, durante las primeras semanas y meses de vida. El porteo, los masajes, la lactancia prolongada… Todo lo que promueva el contacto afectivo es positivo.

Collares de lactancia y porteo: una herramienta para seguir en conexión

A medida que pasan los días, y el bebé crece, el ritmo cambia. A veces, mientras amamantas o lo llevas en el fular, puede tirar de tu pelo, arañarte o estar inquieto. Aquí es donde los collares de lactancia y porteo se convierten en aliados inesperados pero muy valiosos.

¿Qué son y cómo funcionan?

Son collares diseñados específicamente para que el bebé pueda manipularlos con seguridad mientras está en brazos, en el portabebé o en el pecho. Están hechos de materiales seguros y pensados para la estimulación sensorial: diferentes texturas, formas y colores que despiertan su curiosidad sin peligro.

¿Cómo ayudan al vínculo?

Ofrecen una distracción positiva durante la lactancia.

Fomentan el juego sensorial con mamá como centro de referencia.

Reafirman el contacto visual y la presencia consciente.

Refuerzan la calma y la concentración en el momento de succión o descanso.

Cuando usas un collar de lactancia o porteo, estás diciéndole al bebé: “Aquí estoy, presente contigo. Puedes tocarme, jugar conmigo, sentirme cerca”. Y eso es poderoso.

El porteo: una extensión del piel con piel

Usar portabebés ergonómicos también es una manera maravillosa de prolongar el contacto piel con piel (o muy cercano) más allá del postparto inmediato. Al llevar al bebé sobre tu pecho o espalda, no solo liberas tus manos: estás replicando las condiciones ideales de cercanía, movimiento rítmico y calor que necesita para sentirse seguro.

Y si además llevas un collar de lactancia y porteo conviertes cada paseo en un espacio de estimulación y conexión.

Conclusión: No estás sola en este camino

Ser madre primeriza significa enfrentarte a un mundo nuevo y a veces abrumador. Es completamente normal no saberlo todo al principio. Nadie nace sabiendo cómo ser madre. Pero el instinto, el amor y la información confiable pueden guiarte.

El piel con piel no es una moda ni una tendencia: es una necesidad biológica y emocional. No requiere tecnología, solo presencia y contacto. Y si además te apoyas en herramientas respetuosas como los collares de lactancia y porteo, estarás multiplicando sus beneficios.

Desde Los Mofletes de Mamá quiero acompañarte en esta aventura. Por eso, si este artículo te ha resultado útil, te invito a seguirme en Instagram o en Facebook. Comparto consejos todas las semanas sobre crianza, lactancia y vínculo afectivo, además de ideas prácticas para hacer tu maternidad más consciente y conectada.

Recuerda madre primeriza: lo estás haciendo bien. Y no estás sola.

madre primeriza
madre primeriza
madre primeriza
madre primeriza